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Mostrando las entradas de agosto, 2008

Demasiadas voces en mi cabeza

De mí nadie cuida, si yo me enfermo, yo me curo; si tengo habre, me hago de comer; si me mojé en la lluvia, yo solita me meto en la secadora. Igual que lo que siempre le digo a las señoras de antaño cuando hablan de sus maridos borrachos "tú escogiste esta vida". Yo escogí una vida de total y absoluta rectitud, no hacer nada ilegal, no tomar entre semana, no pedir favores abusivos, tener un pizarrón con todos mis deberes, trabajar para comer y no esperar que la comida esté en la casa sólo por mi linda cara. Pero hay unos días tan de la chingada, días en los que la enfermedad se hace evidente y no hay forma de poner carita triste pa que el de junto te cuide, porque entiendes que el de junto también tiene sus problemas; días en los que haces cuentas y cuentas y cuentas y no te explicas cómo le vas a hacer para que te sobre dinero y poderte dar el gusto que querías, porque si no lo haces tú, nadie más lo va a hacer por ti; hay días en que la sonrisa del ejecutivo de cuenta en Ba

UNAM - POLI

Entré al Poli ¿no?, y mi gente de la UNAM me ve con cara de "aay, pobrecita, va a hacer una maestría de menor categoría", no entiendo por qué. Los de humanidades de la UNAM, piorr como ellos son los dueños absolutos de todos los conceptos se creen que lo mío es como "la hermanita de su ....maestría de pedagogía disfrazada de quien sabe que cosa.... NO SEÑORES, ES INVESTIGACIONES EDUCATIVAS que es algo bien diferente. De repente me recuerdan a aquella jefa loca que tuve que nos hacía decir lengüística, porque la lingüística era de ella porque ella la había inventado. AMO a la UNAM, de verdad que sí, si voy a un clásico me sigo sentando del lado auriazul, pero tampoco se pasen de listos, NO SON LOS DUEÑOS DE LA VERDAD ABSOLUTA. Y repito, sobre todo los de humanidades: si me salí de ahí fue porque yo no quería pasarme la vida estudiando el objeto directo del español del siglo XIV, ni compitiendo por ver quién hace la tesis más erudita que menos gente entiende. Lo mío es otr

Coleccionando momentos (2)

Ágata: Las modas lingüísticas generalmente son impuestas por los grupos de prestigio o de poder Personita 2: ¿Como los políticos? Ágata: Difícilmete un político suele poner de moda algo, intencionalmente, pero, ps, puede suceder Personita 2: Entonces como nosotras Ágata: ¿Como ustedes? Personita 2: Sí, osea como todas se quieren parecer a nosotras, ps nos copian y así Ágata: Pensemos más como en los medios de comunicación, cuando hay un personaje muy gustado o muy querido por la gente que tiene tal o cual modismo, la gente suele hablar como él. Personita 2: Pero más como nosotras, como decir "padre" y "equis" y "tipo" y así.

Coleccionando momentos

Ágata: Entonces, el cambio lingüístico a nivel léxico se puede dar de dos formas: 1. por suma 2. por pérdida suma es cuando entra a la lengua una palabra que antes no existía, como son, en el caso del español: smog, yougur, cronopio, metrosexual; y pérdida es cuando una palabra se dejad de usar y queda como arcaísmo en un periodo de latencia. Ágata en su cabecita oye una voz que dice "mmmm, quien sabe si 'latencia' sea un concepto que les quede muy claro" y cuando se dispone a aclarar lo que es latencia se oye una voz: Personita 1: ¿O sea suma y pérdida son la misma cosa? PLOP

Coleccionando frases

Osea, no toda la gente dice 'osea' y hay gente que hasta dice 'chido'
Otra vez me puse de colores, porque ya me había cansado de estar triste

Se me ocurre

Se me ocurre que arrepentirme en la vida no es buena opción, pero tampoco le creo nada a la gente que jura no haberse arrepentido jamás; entonces tengo que pensar de esa gente, una de dos, o que es estática, inmutable y anquilosada en su concepción de la vida y que por lo mismo nunca cobra conciencia de sí misma en sus diferentes estadios, no regresa sobre sus pasos, aunque sea mentalmente y piensa, esto pudo haber sido mejor si..., o pude habreme hecho más feliz si no... Esa es la primera opción, la segunda es que nunca en su vida han cometido un error... cosa aún menos probable. Hay quienes se embelezan en la retórica más vulgar y aseguran que aunque haya sido un error no se arrepienten del mal paso, pues los ha hecho crecer. No es que me guste la idea de crecer sin tropezar, pero tampoco voy a decir que no me duele cuando tropiezo, y más aún, que no me mata la verguenza de que alguien más me haya visto caer. Se me ocurre arrepentirme hoy, y decir "me quedo con mi blog", só

3 de agosto

Ya tengo 26. Casi bien, cuando uno se da a la tarea de juntar a los que en ese momento de su vida considera sus mejores amigos descubre cosas aterradoras. Hay gente a quien se le dio demasiado valor y ahora ya no darías un varo por ellos, de hehco hasta te llega a molestar su presencia. Maldito tiempo y distancia, son capaces de enrarecer hasta las relaciones más cercanas. Me gusta el número 26, pero aún no sé si me gusta quien soy ahora en este nuevo número. Me di cuenta de que pareciera una coincidencia, pero los amigos a los que de verdad estoy convencida de que puedo seguir llamando así, están haciendo un posgrado. Suena de lo más pedante y sin embargo, no estoy convencida de que lo sea; supongo que tiene que ver con lo que mi hermana llama "formas de enfrentar la vida". Me molesta el conformismo de quien podría hacer más por sí mismo, por su familia, por su disciplina o por un fin mayor (sociedades, utopías, lo que sea), y se queda tan tranquilo en la comodidad de su lic