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Quizá no HOY, pero sí voy a cambiar

"Uno acepta el amor que cree merecer" y en general, ¿no? en la vida uno acepta lo que, sin saber, cree merecer: que la banda te conteste feo, que la jefa se siga queriendo imponer en tu forma de vivir, que llegue este cabrón a decir que es presidente. En los últimos meses he sido tan cuestionada por cada decisión que tomo que me cansé... estoy agotada de que me etiqueten:  "tu vida ya esté empezada y la mía no" ¿qué pedo con eso? soy una persona con una "vida empezada"... pues sí ¿no? desde el 4 de agosto de 1982... "a tu edad te vas a ver ridícula si te haces eso" oooook... ¿y cuál es el problema? Y que me digan lo que hago mal: "no deberías trabajar tanto y mejor deberías cocinar tú misma para no gastar tanto" pero... no me gusta cocinar, y me sale mal, pasaría todos los días de mi vida sufriendo la comida... ¿está padre vivir así? "tu hijo no debería verte llorar, se angustia" Yo nunca vi llorar a mi papá, y el día qu

Tercera temporada

Me despierto, voy al espejo: segunda arruga... no me voy a azotar, el camino andado es bueno, quizá esa hendidura, ese vacío, algo noble significa. Quizá sólo sobreinterpreto lo biológicamente inevitable. Vamos a ver que depara esta tercera temporada. Me emociona. Me están pasando cosas interesenates, creo que sueños que tuve están a punto de cumplirse (y lo digo literalmente, no esa mamada de anhelos, no, no, no, realidades oníricas a punto de ser tangibles). La verdad es que la idea esa sacralizada de los 30 me emociona, pero mi vida real me sigue aterrando... está buena onda, si uno no tuviera dudas qué haría con tanto insomnio, a ver.

Primer paso al escape

No lo estaba buscando, pero cuando llegué a esa intersección de pasillos estaba ahí, perfecto, luminoso, idéntico al de mis sueños si alguna vez hubiera pensado en ello. Ahí estaba colgado y casi ostentando mi nombre, quizá también el tuyo... Hoy me compré el vestido para el día que me lleves contigo a Lisboa.

De vuelta a la caída

Encontrar el abismo y aún sabiendo que no hay más que dolor tras la caída decidir lanzarse. Saber que la vida dio el giro que uno esperó por muchísimo tiempo pero que lo hizo sólo para topar con la pared de la imposibilidad. Qué jodido es saber que lo más honesto que he sentido es también lo que va cavando la tumba de mi felicidad. Había decidido no volver a estar contigo por no volver a sentir dolor, pero el que hoy siento es completamente distinto al que sentí en aquel momento. El de hoy es más gustoso, pero más terrible. La certidumbre de que me amas también pero que la vida nos arrastra a la resignación de no ser un nosotros… odio haber nacido tan tarde.