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Mostrando las entradas de octubre, 2015

Un estuche de monerías

Hace como 20 años en conocido pueblo productor de textiles cuyo nombre nunca he podido escribir, mis padres escogían unos lindos pants para sus retoños, uno en color rojo rubí para la más pequeña y otro en color verde mercado −que para la época era lo más de onda− para la niña a quien mi mamá, por alguna extraña razón y por única ocasión llamó “la güera”. Extrañada, pregunté quien era la blonda persona a quien se refería -¿Pues quién va a ser?... pues tú -Yo no soy güera -Ya sé Llevo 10 años con el pelo teñido de un tono que me gusta llamar “negro mujer interesante”, para que a nadie le quede ni la remota posibilidad de volverme a llamar “güera” fuera del contexto del tianguis. La psicóloga de la escuela me explicaba que muchas de las obsesiones que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, tienen que ver con las cosas que nos dijeron de chiquitos y con procesos que al crecer no terminamos de cerrar bien, de modo que nos quedamos con las ideas que nos decían, por ejemplo, los pa

Gente mala

Hay gente mala y tú, hay gente que no entiende cómo funciona el mundo y se empeña en destruirlo por la frustración que le causa el no poseerlo, el no tener ni la más puñetera idea de cómo llegar a conocer una verdad, por pequeñita que sea, una verdad que le pertenezca y de la que no pueda dudar.

Quebrada

Engañarse, hacerse creer una realidad deseada. Llega la noche, con la noche el frío y el miedo, esto va a ser difícil y sin embargo es ineludible. ¿Cómo es que anoche hubo tanto fuego, tanto fuego, tanto fuego, y hoy esto es un desierto a media noche del invierno? ¿Cómo es que anoche estuve convencida de que andaba, de que estaba completamente en movimiento? Hoy soy una estatua, anclada en el dolor, en el miedo, en la duda. ¿Es un dolor absurdo pensar que en cada marea se diluye la esperanza del futuro? ¿Es un miedo infundado creer que se va deslavando con cada ola la imagen que de mí proyecté hacia el futuro? El mañana es absolutamente opaco para todos, yo no puedo saber qué hay hacia adelante, ni siquiera lo que está a la vuelta de la noche; y sin embargo, me aterra que lo que haya no sea más que la nada. No tuve este miedo antes, nada detuvo los pasos que quise empezar a dar. Hoy apareció ese miedo y yo quiero creer que es el miedo lo que carece de sustancia y no el futuro... pero