Tercera temporada
Me despierto, voy al espejo: segunda arruga... no me voy a azotar, el camino andado es bueno, quizá esa hendidura, ese vacío, algo noble significa. Quizá sólo sobreinterpreto lo biológicamente inevitable. Vamos a ver que depara esta tercera temporada. Me emociona. Me están pasando cosas interesenates, creo que sueños que tuve están a punto de cumplirse (y lo digo literalmente, no esa mamada de anhelos, no, no, no, realidades oníricas a punto de ser tangibles). La verdad es que la idea esa sacralizada de los 30 me emociona, pero mi vida real me sigue aterrando... está buena onda, si uno no tuviera dudas qué haría con tanto insomnio, a ver.