BRILLAR

Superado el susto. Feliz de haber dado vuelta a la paginota, aunque con el nuevo estrés del:
..."¿y ahora qué?"...

Todo bien y todos bien. Estuvo quien tenía que haber estado (menos algunos) y hasta el final se quedaron los que permanecerán eternamente, aquellos a quienes si me gustara caer en lugares comunes contaría con los dedos de la mano; gente con la que quizá no tengo mucho en común y por la que, sin embargo, seguiría dando cualquier sueño; aquéllos que hasta me podrían hacer asomar al manga.
¡Gracias por haber estado a pesar de los años o de la falta de éstos!


Mi fiesta mía de mí finalmente llegó y fue casi todo lo que esperaba, me faltó el beso ilusionado de puberta, y las risas de algunos ausentes, me sobró un drama, no sé hasta qué punto anunciado y completamente eludible pero necesario en algún punto de la historia, y que además puso de manifiesto cosas positivas de aquellos que no estuvieron involucrados, pero que podrían haberse incluído y no lo hicieron.

Con la gran noche se cerró el verano (dentro de la concepción de aquéllos que nos regimos por el calendario escolar) y me despedí de las mañanas irremediablemente calientes, consecuencia de las ventanas cerradas a perpetuidad por la amenaza de la huída felina; de las charlas en que casi me quedo ciega, pero que bien hubieran valido la oscuridad eterna; de los amorzuelos difuminados por la brevedad del estío, esos romances con gustillo a helado de pistache, olor a pepino y tacto suave, cortesía del diazepam; de la ociosidad infinita que produce el esfuerzo por instalarse en el ánimo vacacional; se acabó el nosotros fingido y regresé al yo apurado y engullido por el ensimismamiento que acarrea el trajín cotidiano del clasemediero promedio.

Ahora conozco un poco más de mí, gracias a los ojos que me leyeron este verano, y de los cuales, además, recibí asombrosas revelaciones de la impresión que he dejado en la pequeña porción de cosmos en la que he buscado insertarme en estos 25 años. Ahora, soy licenciada y puedo despertar dándome los buenos días de usted y con todo respeto, como bien decía mi amigo JM que lo haría en cuanto obtuviera un título que no representa gran cosa.


Ha sido un buen verano y sin embargo el mejor todavía está por venir.

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