Pertenencias

Yo tenía una parvada de cuervos en un árbol de mango; una bola de cera al medio día cuando el sol quemaba a minutos del mar; una casa de barro que construyó un Pedro añoso y sembrado en tierra; yo tenía una boda etílica con novios de maíz... Yo lo tuve todo, todo y más.
Después unos ojos morenos, unas manos ajadas de pereza y polvo, una voz soberbia e ignorante me lo ha arrancado todo de los dedos.

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