Terremoto empieza con T (de terapia)

Por dos semanas, me he repetido que no, que no odio al terremoto porque es absurdo y porque lo que mata es la corrupción. Lo cierto es que la única certeza que nos quedó es la incertidumbre, pues no es cierto que sí un edificio resistió el 85 va a resistir otro terremoto, tampoco es cierto que después del 85 los edificios se construyeron mejor, ni puede una confiar en que después del primer sobresalto por la alerta tiene 40 segundos para salvar la vida... No sabemos, no sabemos si hay que bajar la escalera o sí hay que permanecer en el muro y la trabe y el triángulo ni nada, porque a veces la debilidad o la fractura no son visibles.
Y de repente me di cuenta de que mi propia debilidad y mi propia fractura no era visible tampoco y sí estoy enojada y lo que más me enoja es que el temblor me vaya a mandar a terapia otra vez, el lugar que más odio en el mundo, ese lugar en donde soy la peor Ágata que conozco.

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