Hay un momento

 Hay algo en las papilas, las pupilas y el tímpano... hay algo en los poros... hay mucho en la propiocepción. Y es que no se trata de afinidades o de coincidencias, es en la forma de experienciar el mundo, de existir y desplazarse en él, en la manera de respirarlo y exhalarlo una vez pasado por la emoción. Es ahí donde los encuentros fundamentales suceden y se anidan. 

No se trata de asistir juntxs y disfrutar cada uno desde su materialidad y su cognición del instante. Va mucho más allá, es un diálogo a través de la existencia, es un devorar ese aquí y ahora en comunión, más allá de los cuerpos, habitándolos y trascendiéndolos en el compás sistodiastólico que va del tú y del yo al nostrxs.

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