y continúa
Ya no sé con quien estar de malas: con el que no mueve un dedo y encima me dice que lo trato como mi chacha; con el que se larga aun sabiendo que teníamos una cita importante, no para mí, para la pequeñita, ¡cuántas endemoniadas veces me ha cancelado porque tiene un compromiso de ese tipo! y ahora conmigo vale madres, seguro está en San José de las Manzanas reenamorándose; con el bendito mago que me bajaba las estrellas y que ahora sólo habla de bajarme los calzones; con el amigo que se lastima cada vez que tengo algo que hacer y no puedo correr hacia él; con el que está tirado en una cama de hospital y a quien no atino a ir a visitar, pues temos que siga enojado conmigo desde aquel día... creo que el enojo debe ser conmigo por andar queriendo ser Blancanieves, cuando no soy sino Marina, la misma que necesita replantearse qué demonios entiende por relaciones humanas y no nada más andar coleccionando enanos de pacotilla.
Y no nada más enanos: hace un mes que tuve un desencuentro bastante desagradable, no doloroso, pero incómodo a morir y sigo preguntándome si debería yo pedir perdón, pero después pienso en que en realidad no hice sino lo que la situación ameritaba, yo se lo había dicho "los amigos tienen fecha de caducidad y a nosotras ésta ya se nos está agriando". No me escuchó y puso la cerecita podrida aquella noche.
¿Me estoy volviendo una amargada? ¿es ésta mi segunda pubertad en la que los amigos cobran una personalidad y terminan por separarse? ¿algún día me voy a enamorar como imbécil y tendré frente a mí a alguien en el mismo estado?...
Sí, sí soy una puberta eterna.
"La solución para volver a querernos es tener 16 y volver a esa noche..." (hasta lo que oigo últimamente es para gente en su segunda pubertad)
wow wow wow
ResponderBorrarcómo le hacemos para sincronizarnos ¿ah?
me quedé intrigada con las noticias... ¿todo bien?
¿CUÀNDO NOS VEMOS?
Estabas hablando de la mismísima Elena querida Marina?
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