B: y yo no puedo dejar de gozar tu recuerdo que ya no escuece con las dudas de lo que pudiste haber sido, ahora sólo abriga con las certezas de lo que JAMÁS serás. Un poema que me gusta, y que sé que viene al caso con el silencio que rompimos hoy Mi madre ya no ha ido al mar lleva una buena cantidad de años tierra adentro, un siglo de interioridad cumpliéndose. Se ha resecado de sus hijos y vive lejosen toros consanguíneos. Es como una escultura de sí misma y sólo el marque quita el fárrago acumulado en la ciudad puede acercarla a su pasado, hacia su muerte verdadera, y hacer que crezca nuevamente. Mi madre necesita algún estruendo entre los pies, Una monótona insistencia en los oídos, una palabra adversa y simple que la canse, y necesita que la llamen, oír su nombre en otros labios, pedir perdón y hacer promesas, ya no se tropiezaen nada sustantivo. Y yo tengo que armarme de valor para llevarla al mar armarme de mis años que he olvidado, reunirme con mi madre en otro tiempo, con un yo
Yo ya tengo los cincuenta, ¿me hará falta el tendón lesionado? ¿o es que no soy maestro?
ResponderBorrarBesos
PD
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