Random Thoughts
¿Te acuerdas cuando en las clases de lingüística nos hablaban de los conceptos de lengua y lenguaje y nos ponían siempre el mismo ejemplo de las abejitas y sus diferentes danzas?, ¿te acuerdas que ese es el código que emplean para relacionarse con el resto de sus compañeritas? ¿no te ponías a pensar de inmediato en Blind Melon y toda tu infancia grunge tenía sentido?
La semana pasada estuve pensando en escribir un post dedicado a una persona en particular que sea francamente significativa en mi vida para bien… Todo esto después de un rato de estarle escribiendo a gente por la que alguna vez tuve una fijación malsana. La primera y la última persona que me vino a la mente fue la misma. A él lo adoro como a nadie, nunca hemos tenido ningún crush, siempre lo he visto como mi mejor amigo y mi mentor musical. Es la persona más coherente, congruente y confiable que he conocido en mi vida. Tiene las convicciones más férreas, pero a la vez flexibles, aborrece la deshonestidad, pero se da el lujo de hacerse descuentos de cinco dedos en la tiendita afuera de la fac y aún así, jamás lo juzgaría de tener una moral quebradiza… él está más allá de eso. Ya no estamos juntos como antes, pero lo cito en todo momento y creo firmemente que si alguien merece el éxito y la gloria es él. Ayer lo encontré en la cineteca, sigue siendo el mismo y es otro. Yo sigo adorándolo.
Extraño a mi amiga… pero para mí está muerta.
Estoy escribiendo un texto bien bueno que implica sintagmas y paradigmas pero me estoy tardando mucho, espero no decepcionar a mi público (¿¿??).
En mi oficina después de las 4 de la tarde me siento como los perritos de Mario Hugo, neta que podría hacer lo que quisiera, no hay nadie, pero yo soy ñoña y sigo trabajando hasta las 6, bueno, hoy no hoy me puse a hacer esto, pero en general sí trabajo mucho. Yo creo que es porque me crié en agencia de publicidad y entonces tengo el ritmo aceleradito que desentona con el modus operandi de mis compañeritos de esta oficina, que al fin y al cabo es dependencia de gobierno. La semana antepasada que me senté a trabajar en el laboratorio con el equipo completo una de ellas, la de las uñas perfectas me dijo una frase gloriosa: “es que yo te veo escribe y escribe como si todo el día tuvieras ideas”.
Bueno ya
La semana pasada estuve pensando en escribir un post dedicado a una persona en particular que sea francamente significativa en mi vida para bien… Todo esto después de un rato de estarle escribiendo a gente por la que alguna vez tuve una fijación malsana. La primera y la última persona que me vino a la mente fue la misma. A él lo adoro como a nadie, nunca hemos tenido ningún crush, siempre lo he visto como mi mejor amigo y mi mentor musical. Es la persona más coherente, congruente y confiable que he conocido en mi vida. Tiene las convicciones más férreas, pero a la vez flexibles, aborrece la deshonestidad, pero se da el lujo de hacerse descuentos de cinco dedos en la tiendita afuera de la fac y aún así, jamás lo juzgaría de tener una moral quebradiza… él está más allá de eso. Ya no estamos juntos como antes, pero lo cito en todo momento y creo firmemente que si alguien merece el éxito y la gloria es él. Ayer lo encontré en la cineteca, sigue siendo el mismo y es otro. Yo sigo adorándolo.
Extraño a mi amiga… pero para mí está muerta.
Estoy escribiendo un texto bien bueno que implica sintagmas y paradigmas pero me estoy tardando mucho, espero no decepcionar a mi público (¿¿??).
En mi oficina después de las 4 de la tarde me siento como los perritos de Mario Hugo, neta que podría hacer lo que quisiera, no hay nadie, pero yo soy ñoña y sigo trabajando hasta las 6, bueno, hoy no hoy me puse a hacer esto, pero en general sí trabajo mucho. Yo creo que es porque me crié en agencia de publicidad y entonces tengo el ritmo aceleradito que desentona con el modus operandi de mis compañeritos de esta oficina, que al fin y al cabo es dependencia de gobierno. La semana antepasada que me senté a trabajar en el laboratorio con el equipo completo una de ellas, la de las uñas perfectas me dijo una frase gloriosa: “es que yo te veo escribe y escribe como si todo el día tuvieras ideas”.
Bueno ya
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