Matrimonio

Matrimonio es una palabra que no suprimí de mi vocabulario, pero que envié a la lista del léxico vilipendiado.

Me gusta el vestido de novia sí, pero creo que no lo usaría, pues es un hecho consumado que una debe lucir un indiscutible tallo de "varita de nardo" para no parecer más bien una de esas novias gordas y felices a las que nadie les envidia nada.... ¿y si no es para levantar las más terribles y crapulentas envidias para qué se avienta una el show? ¿no?, de cualquier modo, en cuanto los invitados aborden sus vehículos, emepezarán a hablar de la novia en particular y con más saña que la que le dedicarán a las flores, la música, la cena o el novio, así que definitivamente es mejor que esa saña sea producto de una envidia entripada y corrosiva a que sólo consecuencia de la indiscutible verdad en las críticas que genera una novia guanga.

Me gusta hasta la cursilada de bailar una canción romántica con el novio, lo malo es que yo no bailo; no me parece del todo mal el pretexto para reunir familia y amigos, aunque muchas veces se termine invitando a banda a la que uno no soporta. Eso sí, no tolero las "bodas clon" en las que ponen las mismas estúpidas canciones de 1,2,3 y de ponerse sobrero para bailar las del cuadrito de brincos (la lenta primero y la rápida después). Una vez fui a LA BODA, esa sí era muy la onda, no hubo conjunto versátil, sólo se escucharon canciones elegidas por la pareja, las cuales hacían un recorrido, no necesaeriamente cronológico, desde su infancia hasta lo que son hoy; obvio a todos los que éramos de la generación nos volvían locos y además tan no se apegaron al esquema musical de las bodas que pusieron el himno de los PUMAS... ésa fue una boda chida.

Pero más allá del mero día en el que una se siente "la reina de Saba" como dice una amiga, que ya ha gozado, al menos una vez, de haber interpretado tal papel, no me siento atraída hacia la sacrosanta institución del matrimonio; no encuentro cómo uno se podría sentir llamado hacia ese destino cuando sabe cómo surgió toda la onda con la cita de San Pablo y lo de el hombre como cabeza de la mujer, la forma de regular la desendencia y las herencias, el supeditar la voluntad femenina al albedrío masculino. Como símbolo ha dejado de ser atractivo para mí y la verdad es que no logro resignificarlo de ningún modo. Tuve una maestra de literatura medieval que trabajaba toda esta onda del papel de la mujer y bla bla bla y aún así se casó cuatro veces; siempre he tenido ganas de preguntarle cómo le hizo para superar el impacto, porque yo nomás no veo que eso me vaya a suceder a mí.

¿Y a qué viene todo esto? A que mi dulce hermana está sumamente agobiada por la idea de que yo me atreva a vivir en pecado y sin la bendición de las dos instituciones más sólidas: la Iglesia y el Estado (vale madres) y a que además un chorro de banda a mi alrededor se está casando y eso acrecienta las expectativas, sobre alguien como yo, que por más que dice y dice no logra del todo divorciarse de los parámetros sociales que le exigen una serie de requerimientos.

Una mujercita del antro en el que trabajo dice que hay tres vocaciones que una puede elegir: el matrimonio, los votos religiosos o el celibato.... mmm.... mmmm.... mmmmmmm....que bueno que no le creo.

En fin... le deseo felicidad infinita a los que sí se la compraron y ya están ahí.

A los demás, a los que están como yo.... no sé que desearles.

Comentarios

  1. Tu si bailas, como no. Yo lo se yo lo se.

    Besos y abrazos siempre

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  2. Pos igual sería bonito, na' mas por eso uno lo hace.
    En fin. Sabemos que caeras por darle el gusto a tu hermana, ¡je!

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  3. Felicidades Mar.

    Que seas feliz.

    besos

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  4. FELIZ AÑO!!!

    Besos y abrazos.

    siempre

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  5. chale pos ¿con quién te andas juntando? me escandaliza tu entrada, ¿matrimonio? si estás retejoven, ¿vivir en pecado? que no maaaaa jajaja ¿esa expresión aún se utiliza? jajajajajajajajajajajajaja
    es expresión de mi tía panista de tamps jajajajajajaja
    ya júntate con la gente que no es de dios, por favor.

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  6. Definitivamente una boda no debe ser el fin para una relación, de igual forma la iglesia como institución no ayuda en nada ni que seas más feliz ni que tu matrimonio dure para toda la vida. Lo importante es poder estar con quien amas, vivir y disfrutar cada momento y reinventar tu relación a cada instante.

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