Hace días que quiero hacer un post bien ojete. La intención no es molestar sino a manera de confesionario sacar todas mis culpas. Para quien me conoce está divertido tratar de poner la carita y el nombre correspondiente a cada manojo de culpas; para quien no me conoce está divertido andar meticheando en qué clase de culebra (perdón se me fue una "b") soy, a ver si se anima a conocerme algún día. Ahí va la primera parte: Confesión #1 Me gustó sentirme frágil, quizá, como diría mi maestro Bátiz, hasta disfruté el que mancillaras mi honor, mis principios de clasemediera guadalupana pura casta y virginal. Me gustó que al contar mi primera vez a mis amigas, todas se quedaran heladas; adoré que me dieras la oportunidad de que una vez más, los otros se pregunten ¿y cómo después de eso puede seguirse moviendo (en el mundo) tan bien? Me hiciste fuerte en el escenario, mortal tras bambalinas. Tengo miedo de encontrarte algún día, pero no por ti, ni por lo que sienta todavía, me da mied
Ah que radical.
ResponderBorrarLa gente es fácil de dejar de quererse, jamás de olvidarse.
ResponderBorrarEstoy lleno de nostalgia y ver tanto tiempo que ha pasado. Pasa siempre tan rápido que ni siquiera nos hemos dado cuenta que pasa. Me da gusto poder saludar por aqui, pero me da tristeza que ya cada vez más lugares como este están casi en las ruinas. A veces quisiera regresar el tiempo y que todo se quedara estacionado en el 2006.
Un fuerte abrazo.