Miércoles de ceniza

otra vez tengo miedo... no sé bien si estoy haciendo las cosas como yo esperaba de mí misma... A veces cuando llego la casa huele a un perfume raro, pero no ha habido nadie en toda la mañana, porque muy a mi pesar sigo sola... la casa casi nunca huele a comida, y las extrañas veces que ha llegado a ser así sé que nada bueno va a salir de ello, pues seguramente hay alguien y terminaré peleando...

Estoy cansada y no me siento satisfecha, los amaneceres así son un abismo que me engulle, peor si ya llegó el viernes y nada de lo que quería está terminado, si sigo siendo la misma Mar que el lunes en la mañana, pero con una semana más encima, acumulándose como tantas otras abajo de mis ojos, en los poros, en la s venas que ya comienzan a desprenderse y dar paso a la vejez, y eso sí, con muchas menos esperanzas y ningún plan para todo el fin y menos a{un para la vida.

Ya para el domingo en la noche la crisis se pone mucho más tremebunda, es el momento más terrible de la semana, sin logros en la bolsa y sin ánimos para volver a empezar lo que de entrada ha perdido sentido.

Hoy decidí que "me marcarán como res en la frente", como me dijo algún grosero, porque a veces me gana lo cobarde ante esta vorágine y con ello me dejo llevar por mi tradición cristiana que si no consuela, al menos entretiene. A lo mejor estoy esperando que Cristo se me meta a la cabeza por los poros de la frente y ya no piense yo más en mí, y más bien me convierta en celestial esposa del Señor como mis monjas... Dios quiera.

Comienza la cuaresma,el ayuno y recogimiento, a partir de hoy los silencios y las tristezas disfrazadas de reflexión están justificadas. A seguir caminando hacia los días santos, sea lo que sea que eso signifique.

¡Una vez más me llegó el miércoles de ceniza sin ningún martes del carnaval!