Habemos maestra roja
Qué reconfortante es tener nuevamente a una maestra hermosamente roja, no es que no haya disfrutado mi curso anterior, de hecho ha sido la novedad para mí, muy intenso y maravilloso, muy lleno de estadística y argumentos "de centro" y equilibrados sin caer en "fanatismos", pero yo no soy así; agradezco el número porque fundamenta el argumento, pero el argumento sin vehemencia no me convence del todo, me hace sospechar (no que del vehemente no sospeche).
Hoy tuvimos nuestra primera sesión con maestra roja, que entró al salón con La Jornada bajo el brazo, y en clase tuvo la decencia y el buen gusto de también cuestionar la publucación, de usarla como ejemplo para el sí y para el no y aún recogerla bajo su brazo al terminar. Encantadora maestra que desconfía de todo y de todos, pero se lleva las manos al pecho cuando habla de Pessoa o Saramago, sin estar en una clase de literatura. Albricias, habemos maestra roja, leída y sonriente.
Hoy tuvimos nuestra primera sesión con maestra roja, que entró al salón con La Jornada bajo el brazo, y en clase tuvo la decencia y el buen gusto de también cuestionar la publucación, de usarla como ejemplo para el sí y para el no y aún recogerla bajo su brazo al terminar. Encantadora maestra que desconfía de todo y de todos, pero se lleva las manos al pecho cuando habla de Pessoa o Saramago, sin estar en una clase de literatura. Albricias, habemos maestra roja, leída y sonriente.
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