Cinéfilos

Pasé de curiosidad a aquél que fue el cubículo de cinéfilos, y me encontré con que perdió el nombre y que el logo en el que tanto trabajó nuestro señor diseñador, y que nunca pudimos convertir en placa, quedó reducido a un "dibujito bien cagado"

(Aquí iba una foto que no puedo subir)

El nombre lo heredamos, era ya una tradición en la facultad, un cineclub que había visto mejores días que aquellos en que recibimos la invitación de Hana para formar parte de la reconstrucción de un proyecto que se había ido en picada.

Inicialmente, fuimos muchos más de los que permanecimos en constante. Las caras fueron desapareciendo, una al día, de un cubículo que aunque parecía más bien cuarto de escobas, nos hacía sentir poderosos, importantes, privilegiados. No todos tenían un espacio para dormir cuando llegaban demasiado temprano a la fac o cuando simplemente no había nada más apremiante que hacer; no cualquiera podía ver a la señorita Laura a la hora de la comida; nadie más podía jugar nintedo horas y días, semestres enteros; sólo nosotros teníamos el don de cocinar en una misma olla la sopa, el guisado, el postre y el café y disfrutarlo como si los sabores no se mezclaran, sólo las ganas de estar ahí con los planes que teníamos para un futuro demasiado inmediato.

Así lucía el equipo casi completo:

Teníamos un Memo y una Diana (los únicos a los que Hana decidió conservar cuando al resto nos tacho de ser unos completos ignaros en materia de cine, razón por la cual no podíamos permanecer en el cineclub). Memo era Alguien con demasiado tiempo libre y Diana la mujer con toda la creatividad del mundo. Teníamos una Elenita, experta en relaciones públicas, un Alexis, que era básicamente un Alexis, Nuestro diseñador estrella, De la O, con carteles eternos (confusión eterna en aras de conceptos brillantes) y un Ob, extraño personaje en papel de líder involuntario. Detrás de la cámara teníamos una Mar quien se asumió como contadora, dadas sus habilidades indiscutibles de mamá gallina, e histérica oficial, dada su condición de histérica. En la foto falta Hana, génesis del proyecto, quien pronto perdería su papel de autoridad, trasladándose al absoluto polo opuesto.

Cinefilos fue un microcosmos con sus propias y absurdas reglas que nos hicieron felices y que permitieron: guerras de cacahuates de coche a coche, discusiones acerca de la ortografía de los carteles, la entrega de los premios el barrio di oro, fiestas con drama incluido (casi todas), vino tinto con helado de limón, maratones de terror en que los integrantes se embriagaban con los técnicos, maratones porno en los que nos conseguían "El himen del Padre Amaro", una pelea final digna de nuestra querida Señorita Laura y algunas otras maravillas que pueden leer en el blog de De la O.

Los senderos no se bifurcaron... se partieron en un chingamadral de vidas, donde cada uno escogió la que quería vivir. Nada de eso ha importado, los que no nos aplicamos el "ginazo" (entiéndase padecer ceguera selectiva momentánea), seguimos sin ver juntos una sola película, pero contándonos con gusto las escenas de nuestras vidas siempre que nuestras noches nos ponen juntos en un mismo plano secuencia.

Comentarios

  1. El cine y su inmensa capacidad de juntar vidas y momentos. El cine tan perfecto y único. El cine tan melancólico y divertido.

    Ahh, maldito cine, tantos momentos y tantas memorias. A veces mi vida pasa como en varios planos cinematográficos. A veces pienso que sería un buen cineasta, de no ser por que a veces pienso que no lo sería.

    Yo quiero tener un cineclub.

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  2. Anónimo11:23 a.m.

    que bonita foto chicos, todos se ven tan lindos.
    ahhh, aquellos tiempos.

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  3. Anónimo7:09 p.m.

    hola, que bien que tienes este espacio donde te puedes expresar, no sabia que citlalli y marina eran la misma persona. bueno, prometo que de ahora en adelante voy a ser un asiduo lector. saludos a todos.

    Yulio

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  4. Oooh, aquellos tiempos.

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  5. Anónimo7:39 p.m.

    hay pelotas de pus que botan de mi garganta.

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  6. Que bonitos recuerdos tan agradables.

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  7. ahh! que padre ha sido nuestra vida. con cuantas personas hemos compartido el soundtrack de nuestras vidas... creo que incluire a los pericos en el soundtrack de mi vida.
    te extaño, extraño esa vibra que tienes de "el amor", no sé sie eres la que más sabes, pero eres la que mejor lo expresa...
    te quiero.

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  8. yo quiero un cineclub como el tuyo.
    es divertido cuando puedes hacer cosas que los otros no.
    me gustó la foto.
    besos y abrazos : )

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  9. Tan jóvenes y ahora tan perpetuado el look de pordiosero "chic" . Lloraría sí no estuviera en conocido café interné (donde por cierto no hay café) .

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  10. haaaa!
    so cute!
    que bonitO post!

    BesO y abraShO!

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  11. Anónimo11:03 p.m.

    y ese pingüino? qué significa???

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  12. ¡¡¡¡EEEEhhhh, alguien notó al pingüino!!! En realidad ese pingüino está ahí porque a Elenita le gustan mucho dichos animalitos y cuando esa foto estaba en mi oficina, alguien tuvo a bien regalarme uno, mismo que de imediato coloqué en los piecitos de mi amigüita, porque me recordó a ella. ¡¡AAHH!!

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  13. Anónimo10:33 p.m.

    pensaba que el pingüino simbolizaba la frialdad de las relaciones personales en la actualidad y la ausencia de la autora en dicha foto.

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