Por azar
Además de esas libertades que me dio mi libertad me dio la de revisar los bolsillos de mis sacos y en uno de ellos me encontré esto tan marvilloso:
Halt!
Recorro el camino que recorrieron cuatro millones
de espectros.Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño cruje dolorosamente la grava.Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido denuestra época.Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas decabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno dondefueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,esposas, hermanos,niños que, en el último instante,envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso camino
desde las colinas de Judea hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno
Luis Rogelio Nogueras
Auschwitz-Cracovia, 21-10-79
Halt!
Recorro el camino que recorrieron cuatro millones
de espectros.Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño cruje dolorosamente la grava.Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido denuestra época.Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas decabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno dondefueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,esposas, hermanos,niños que, en el último instante,envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso camino
desde las colinas de Judea hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno
Luis Rogelio Nogueras
Auschwitz-Cracovia, 21-10-79
Quiero decirte algo que te haga sentir mejor, pero ya se que no puedo, por eso solo puedo reiterarle que creo en usted, hoy, ayer y siempre.
ResponderBorrarYo mejor obvio la parte holocáustica. Porque de vahos del infierno puedo hablar largamente. (Y es que hay tantos infiernos, tan chiquitos y tan grandes, tan pusliánimes y tan sublimes).
ResponderBorrarMejor hablo de tu pelo largo. Y de tus ojos largos. Y los saludo con cinismo (pero honesto, siempre honesto mi cinismo).
Y luego pienso en el hubiera y transito hasta el no hubo. Pero no importa. No me desmerece estos abrazos que te mando.
Grandes. Fuertes. Rotos.
En un futuro el mundo entero nos envidiará... verás, verás ;)
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