Mar sin maresía (todavía)

Porque siempre he pensado que la forma de crecer es estando con alguien que crece al mismo ritmo y yo siempre admiré eso en ti, tu lucha, tu forma de entender al mundo y a ti mismo, como alguien que supo caminar hacia donde tenía que ir. Yo hubiera querido caminar a tu lado, pero nunca te dejé que lo supieras, hubiéramos sido tan grandes, los dos juntos, yo habría sido tu pilar y tú el mío. Una vez más he de insistir... esto de la vida adulta es una mentada de madre.

No sé si ya escribí esto, pero es que es algo que me da mucha risa sobre ideas que se forma uno en su cabecita. Con esto del Facebook y los jueguitos a los que te invitan tus amigos me puse a pensar sobre cuál sería la imagen que le asigno en mi cabeza a la idea de libertad (esto venía en uno de los mencionados jueguitos, la diferencia es que en el jueguito se tenía que elegir de una serie de imágenes que el creador decidió que podían ser las adecuadas para cada concepto). Mi idea de ‘libertad’ siempre ha sido la de alguien que está leyendo y comiendo una fruta, supongo que tiene que ver con modelos de estilos de vida prediseñados por la televisión y otros medios, pero así es como yo me pienso la libertad en imágenes. Hace ratito que salí de mi lugar de trabajo al espacio llamado “zócalo” dentro de las instalaciones de la institución en la que laboro me encontré a quien llamo “mi guapo del cinvestav” justo leyendo y comiendo una fruta…. Bueno, no pude haber corregido de mejor manera el

No fue el mejor de mi vida, estuvo muy muy muy lejos de serlo, pero aprendí cosas muy valiosas, como la diferencia entre los grupos de ahora y los de antaño, los cuales tienen sus lecturas, su cultura general e ideas propias sobre temas específicos, que les da la posibilidad de elaborar un discurso bien planteado, creíble y con personalidad propia, eso es Maldita vecindad, Botellita de Jerez, Los tres, Bersuit, Auténticos decadentes entre otros. Esa revelación del fin de semana me hizo cuestionarme cosas como si de verdad Babasónicos es mi banda favorita, ya sé que la belleza es importante para cualquier ser humano, y no todo debe tener un discurso político para que valga la pena, pero ¿de verdad es mi banda favorita a pesar de lo hermosamente frívola que es? Ayer que las bandas que menciono citaban a Brecht, a Gamboa, a los poetas prehispánicos y que demostraban hacerlo con conocimiento de causa era inevitable pensar en el Zoe diciendo un manojo de estupideces sobre su muy personal i

Fuimos a una boda no boda bastante campechana... no, no es que la banda fuera del bonito sur (esteeeee?) mexicano, sino campechana en el sentido más popular de la palabra, es decir, mezcladita. La novia es una chica brasileña de clase media que hizo realidad su sueño de telenovela mexicana, en que se casa con el banquero inglés, quien la lleva a conocer el mundo a expensas de las infames tarifas con que nos sangran a los mexicanos en especial, y en general al resto de países en donde el simpático banco local del mundo tiene presencia. El novio, es ese banquero inglés a quien si ves en jeans y camiseta no te inspira el menor respeto y eso es todo lo que puede decirse de él. La boda boda se llevó a cabo en Londres, a ésta acudió lo más encumbrado de la sociedad londinense y lo más colorido de la sociedad curitibana (anque la novia diga que ella en realidad es de Sao Paulo). Las fotos de la boda en Londres son particularmente graciosas. Uno no creería que a estas alturas las damas londine

Pensar pensar pensar pensar, pensar en ti es inútil, infructuoso, frustrante, absurdo. Pensar pensar pensar pensar y de cualquier modo no ha dejado de suceder, es evidente para quien habla conmigo, pero tú jamás lo haces, por eso no sabes lo que es este pensar pensar pensar pensar, pensar en ti y no saber qué demonios piensas tú, si es lo que dice ella que sientes y que por eso callas, o si es que sólo no te importa, o si ya estás demasiado frito para poder pensar. Pensar pensar pensar pensar y seguir aquí como princesa preencantamiento, besando la idea que tengo de tu boca y tocando lo que me imagino son tus manos y su tacto, sin saber a ciencia cierta qué es lo que tú piensas ahora. Con la única certeza de que no piensas en mí.

Ayer estuve en una situación de lo más incómoda, denigrante y totalmente predecible. Ante mi terrible frustración y mi profunda soledad, llamé a mi coach para recibir orientación: -pero si ya lo sabías, Tremencita, lo supiste desde siempre -ya sé, soy lo más imbécil del mundo, está la secretaria de educación y luego yo A mi coach le gustó la expresión y me pidió que la posteara, así que hela aquí.

Como si tú lo hubieras invocado, hoy comenzó a llover; como pidiendo una escena más intensa, más perfecta, más libresca. En mi nueva casa tengo un balcón que da a un jardín, tengo también un cielo abismalmente gris e inmenso que es todo mío cuando por las tardes me siento a jugar con ellas en el sillón y que hoy, es tuyo y mío mientras te escribo esto. Pongo a Regina Spektor, a quien sólo puedo escuchar cuando me encuentro sola. Regina tiene efectos muy ambivalentes en mí, me puede causar un dolor tremendo, o me puede poner sumamente eufórica, supongo que sólo es así cuando escribo. Escribo cuando ya no puedo respirar, cuando un acontecimiento ocurre de manera intempestiva y me atormenta, me atormenta con un dolor tremendo o con una felicidad que no aguanto dentro de mí y que tengo que exorcizar para que no me aniquile. Me siento frente a la computadora y me quedo pasmada dos minutos, puedo mirar el teclado, como esperando que las letras salten y se acomoden por sí mismas, o a veces só

Para las niñas de secundaria el puente empezó desde más temprano, desde el martes guardaron los cuadernos y no regresarán sino hasta mañana, martes también, pero una semana más tarde... de cualquier modo no iba a cambiar mucho un día más de clases. No para ellas. Para mí fue agotador en todos los sentidos, la mudanza te lleva necesariamente a la reflexión, a encontrarte con tus re cuerdos y con tu basura, la que guardas en cajas y amontonas hasta el fondo del cuarto y la que guardas en ti; te obliga a tomar desiciones, a deshacerte de cartas de exnovios, a aferrarte a fotos y envolturas de chocolates de aquella mejor amiga, que al principio ni pintaba para serlo. La mudanza te regala versos en una servilleta, el dibujo en el que ya no te reconoces y con el cual intentaba enamorarte el físico-artista, pero también te enfrenta a la persona con la que te mudas para quien lo que a ti te resulta fundamental, puede resultar terriblemente absurdo e innecesario. ¿qué tal la parte de la ropa?,