Desde el infierno

Escribo esto desde el odio que te tengo, desde el infeliz malestar que me da el verte y saber que no me he separado mucho del punto en el que me dejaste completamente confundida, llena de mis dudas y de tu soberbia que me deshizo desde la primera vez que abriste la boca.
Escribo esto desde el infierno de haber decidido verte de nuevo, sólo para regresar a este constante pensar en ti, repasar tu olor, tus ojos, tu boca, tu espalda, la sensación de tus brazos asfixiando mi deseo, el vacío de la soledad en cuanto decides que tienes que irte y que te pongo emasiado nervioso. Yo no necesito fumar, no necesito beber, mi noche de viernes está completa con otra maldita adicción a la que decidí regresar este fin de semana, y no me refiero a ti, y sin embargo, fuiste tú el camino.
Odio estar aquí, pero más odio haber sido yo quien diera el paso hacia atrás, sólo porque no soporté que tuvieras razón y sin embargo te la di.
"De todos mis orgullos eres el mayor" me dijiste varias veces... y no sé qué odio más si el hecho de que lo dijeras, el que no sea cierto, el que yo no sea ni tuya, ni motivo de orgullo o el habermela creído y tener que vivr ahora con la maldita sensación de haber quedado como la imbécil.