Primera asamblea

Ayer estuve en el Zócalo, cumpliendo con mi deber de ciudadana convencida de que se trata de un fraude infame el que nos quieren vender como "democracia", "elecciones limpias", "la voluntad del pueblo".

Me llenó de felicidad el ver que, a pesar de que éste ha sido un proceso largo y cansado, que comenzó con campañas electorales que duraron años, que nos ha llenado de incertidumbre -que es lo más agotador, en un país que precisa certezas-, la gente que no asistió a las casillas sólo a tachar un simbolito y así cumplir con su deber de "vota o muere" -tan promovido por grupos fresquis y por el mismo IFE-, sino que fue a decidir el destino de un país que ama y en el que aun cree, sigue en pie de lucha, no se va conformar, continúa defendiendo su voluntad y cumpliendo con su deber, exigiendo lo que por derecho le corresponde: la elección libre de su presidente.

Éste es un momento crucial para nuestro país, sobre todo para los que estamos convencidos del fraude. Aceptar el resultado hasta ahora expuesto por el IFE, significa dar un enorme paso hacia atrás en nuestro camino hacia una nación auténticamente democrática; por el contrario de aceptarse las pruebas del fraude y llevarse a cabo la impunación y el recuento "voto por voto, casilla por casilla" de forma legal y confable, habremos avanzado tremendamente y entonces sí, podremos congratularnos de la tan mentada participación ciudadana en este proceso electoral.

Ayer las 500 000 voluntades unidas en la Asamblea Informativa sonreían, creían y estaban dispuestos a seguir gritando hasta ser escuchados; más aún pedían a aquellos que (quizá) lucíamos contrariados que también sonrieramos.
Se leía de todo en las pancartas, se escuchaba cualquier cantidad de frases en la voz viva de quienes no se callarán.
A Enio y a mí nos gustó mucho un cartel que ostentaba la leyenda.

Calderón tiene PÁNico de abrir las urnas

Le dimos dos palomitas: 1. Por lo ingeniosa 2. Por la fineza de conservar la ortografía a pesar de tener que poner el acento sobre el logo del partido en cuestión.
Nos gustó muchísimo un fantasma que decía

Los muertos no votan. Todo Comala votó por Calderón

Desafortunadamente, no llevé conmigo la cámara, pero el domingo próximo no se me olvida. Esto aún no termina, va para largo, pero es reconfortante saber que como decía alguna de las pancartas. "¡no somos 10 somos 1000, IFE cuéntanos bien!"