B: y yo no puedo dejar de gozar tu recuerdo que ya no escuece con las dudas de lo que pudiste haber sido, ahora sólo abriga con las certezas de lo que JAMÁS serás. Un poema que me gusta, y que sé que viene al caso con el silencio que rompimos hoy Mi madre ya no ha ido al mar lleva una buena cantidad de años tierra adentro, un siglo de interioridad cumpliéndose. Se ha resecado de sus hijos y vive lejosen toros consanguíneos. Es como una escultura de sí misma y sólo el marque quita el fárrago acumulado en la ciudad puede acercarla a su pasado, hacia su muerte verdadera, y hacer que crezca nuevamente. Mi madre necesita algún estruendo entre los pies, Una monótona insistencia en los oídos, una palabra adversa y simple que la canse, y necesita que la llamen, oír su nombre en otros labios, pedir perdón y hacer promesas, ya no se tropiezaen nada sustantivo. Y yo tengo que armarme de valor para llevarla al mar armarme de mis años que he olvidado, reunirme con mi madre en otro tiempo, con un yo
Confirmado: el tiempo verbal más doloroso es el pretérito del subjuntivo.
ResponderBorrarSi el pasado ya no es, y el futuro todavía no existe, este tiempo verbal junta dos imposibilidades en una sola palabra. Qué triste...
Pero el modo subjuntivo nada tiene que ver con el futuro, de hecho, en español, a diferencia del portugués, por ejemplo, no existe el subjuntivo futuro. Así que no hay razón para decir que éste modo conjunte tiepos opuestos como pasado y futuro. Lo único que hace es expresar posibilidades (entre otras cosas).
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