¿Y si deveras deveritas me enamoro?

El conducto físico que te introdujo en mi ser es incierto, carece de nombre y de ubicación, se desconoce su profundidad y lo único que es seguro es que, antes de tu violenta irrupción en mi sistema, era para todos desconocido. No hay respuesta a la interrogante que has lanzado a partir de este síncope en el que, constante, me tienes.

¿Fue tu aparición por la vía oftalmológica? Después de todo, dicen que de la vista nace el amor.

¿Llegaste a mi por aspiración? Se habla de feromonas que estimulan el enamoramiento.

¿A caso ha sido de forma táctil tu intromisión en mí? ¿Eres tan hábil que lograste escabullirte por entre mis poros al tocarme?

Todo sigue siendo una vaga y desafortunada hipótesis que de cualquier modo no nos llevará a la cura.

El síntoma más característico que me hace conocer tu presencia en mí es el dolor intenso, repentino, de naturaleza opresiva, constrictiva y quemante. Te localizas siempre en la región retroesternal. Los efectos colaterales de la dolencia que me provocas irradian los mismos síntomas a ambos hombros y brazos, cuello, mandíbula, dientes, barbilla, antebrazos, dedos y área ínter escapular; no dejas parte alguna de mi carne libre de tu devastadora aparición. Llegas a mí, generalmente cuando me encuentro en reposo; esperas el momento en el que nadie imaginaría que te pienso y atacas.

El episodio dura más de 30 minutos y no se alivia con Nitroglicerina. En ocasiones el dolor con el que te manifiestas es epigástrico, en la pared anterior del tórax —siempre he creído que es ahí en donde reposa el alma y por tanto donde se guarda lo que más se ama… lo que más duele— A veces el dolor no es tan intenso, a veces ni siquiera es.

Hay días en que llegas ufano al ataque con tus huestes de nauseas, vómitos, sudoración profusa, astenia marcada y sensación de muerte inminente.La lesión es innegable, cada vez que llegas a mi vida —en persona o en recuerdo— cortas el flujo sanguíneo al miocardio, cortas el aire, lo cortas todo por cuestión de segundos en los que parece irme la vida, juegas con los retazos de mí, desapareces y todo recupera su lugar.

Ya no eres la enfermedad que atormenta mi cuerpo y me anuncia la muerte, eres la condición con la que debo aprender a vivir.

Comentarios

  1. Anónimo8:04 p.m.

    enamorada por enésima vez? qué bueno, a ver cuánto te dura

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  2. el estado ideal es estar enamorada, día a día lo compruebo.
    te quiero.

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  3. lo que dure, estar enamorada es una manera de prolongar la intensidad de la vida. Y es una maravilla. Cómo extraño estar enamorada. Besos

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  4. Es feo estra enamorado , no importa cuantos corazones me esfuerze por dibujar , la esperanza del nuevo amor me está matando y no quiero aprender a vivir con ello como usted ¿cómo lo soporta?

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  5. Anónimo10:29 p.m.

    Pues para mi estar enamorada es como estar constipada, un buen laxante y la molestia se pasa.

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  6. "La condición con que debo aprender a vivir"

    Creo que nunca había leido en tan pocas palabras la descripción perfecta para los desperfectos del amor.

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  7. Anónimo4:03 a.m.

    Cool blog, interesting information... Keep it UP » » »

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