Días 6, 7 y 8

Lunes. Hay un cuento que me gusta mucho que empieza así, con el nombre del día. Debe haber diez mil cuentos así, pero a mí me gusta ese, y hoy me acordé de ese, sellama "Nunca en domingo". Estuve leyendo a Inés Arredondo el fin de semana, qué prosa tan más poderosa y contundente, nada que ver con las cosas de niñas que leo siempre (broma, pero es que eso me dijeron de mi autora favorita).

Efectivamente me hacía falta salir de esta estancia de lujo en la que me tienen, ya estaba yo pensando en cosas como Shakira,pero es que Colombia es un tema que no deja de darme vueltas en la cabeza, lo cual no es pretexto para andarme poniendo en un "nosotros" con esa mujer. Ayer en la carretera hablé de muchos "nosotros"... Mis amigos de la misión, mis novios, mis cinéfilos, Mariana, mis amigas de la prepa, todos aquéllos nosotros a los que alguna vez pertenecí y que caducaron. Pensaba en que mi vida es un montón de ratacitos, de lo que fui, de lo que soy, de lo que quise y lo que odié. Pedacitos que no terminan de estar del todo bien, cuando los pongo a andar todos juntos; pensaba en mi cumpleaños y en que si yo hiciera lo que va a hacer mi hermana el próximo fin: reunir a sus amigos en la casa de Morelos, lo mío sería más bien un laboratorio, pues mis amigos son como piececitas sueltas de un montón de lugares y épocas; no tengo un grupo de amigos con el cual reunirme... No me parece terrible, sólo caí en cuenta de ello.

Estoy perdiendo la paciencia a pasos agigantados, mi cuerpo ya no aguanta este ser y no ser, mi mente está dando vueltas sobre temas podridos como bodas, rechazos y demás ociosidades. Dentro de lo malo hice algo bueno, me tomé una linda linda foto en la que me gustó c´mo se ve mi hombrito... lo cual me recuerda a la vez que alguien cambió mi cuello por un hombrito de alguien más. ¿No es chistoso eso de andarse ententiendo en partes de una forma tan burda? De hecho mi nariz, ahora que lo recuerdo, no me pertenece, se la regalé a un baterista de hard core que iba en mi prepa y que me causaba una gran fascinación... Ah ya entendí por qué las viejitas ociosas se la pasan hablando del pasado..